En Portugal, el café no es solo una bebida: es un ritual, un ancla social y un momento de pausa integrado en la vida diaria. Desde primera hora de la mañana hasta bien entrada la noche, las cafeterías están repletas de gente que se detiene para tomar un café rápido o charlar un galão. Es habitual tomar varios cafés pequeños a lo largo del día, siempre recién hechos y siempre bien cargados.
Pero no esperes un latte grande para llevar. La cultura cafetera portuguesa se centra en las porciones pequeñas, que a menudo se disfrutan de pie en la barra. El más popular es el bica, similar a un espresso, pero un poco más suave. Un pingado es un bica con solo una gota de leche, mientras que una meia de leite (literalmente "mitad de leche") es mitad café, mitad leche servida en una taza. Si prefieres algo más cremoso y con más volumen, pide un galão, que suele servirse en un vaso alto, ideal para las mañanas más tranquilas.
El café suele acompañarse de un pequeño pastelito, pero el momento y la forma dependen de la hora del día. Por la mañana, los lugareños suelen empezar con una meia de leite y un pastel de nata o un croissant misto (con jamón y cheese), que suelen tomarse rápidamente en la barra. Sobre las 4 o 5 de la tarde, es hora del lanche: una especie de té portugués de la tarde, pero más sencillo, más rápido y con café, por supuesto. Un maridaje dulce como un milhojas o una queijada de coco es común en esa época.
Después del almuerzo o la cena, sin embargo, no hay dulces. Solo una pequeña bica picante, servida casi como broche de oro a la comida. Ocasionalmente con un chorrito de oporto o medronho, pero nunca con el postre.
En Tavira, nuestros lugares favoritos para tomar un café y observar son la Pastelaria Tavirense, a pocos pasos del puente romano, donde se oye el suave tintineo de las tazas de espresso todo el día, y la Padaria Vila Doce, donde los lugareños vienen a tomar pan recién hecho y se quedan a conversar mientras toman su café habitual. No se trata de cuánto café tomas, sino de la frecuencia con la que te paras a disfrutarlo.

